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La memoria gráfica Feeding Ghosts de Tessa Hulls (MCD, 2024) ha sido galardonada con el Premio Pulitzer, según se anunció el 5 de mayo.
Esta es solo la segunda vez que una novela gráfica recibe el Pulitzer, después del innovador Maus de Art Spiegelman en 1992. Mientras que Maus fue honrado con un Premio Especial, Feeding Ghosts obtuvo su lugar en la categoría regular de Memoria o Autobiografía—un logro notable para la obra debut de Hulls que compitió contra prosa aclamada a nivel mundial.
Ampliamente considerado como el máximo honor de Estados Unidos en periodismo, literatura y música, el Pulitzer se posiciona a nivel global solo por detrás del Premio Nobel.
A pesar de ser un momento histórico para los cómics, la cobertura mediática ha sido sorprendentemente escasa. Desde el anuncio hace dos semanas, solo unas pocas publicaciones especializadas como el Seattle Times, Publishers Weekly y Comics Beat han cubierto la noticia.
La Junta del Pulitzer elogió el proyecto de una década de Hulls como "una conmovedora exploración artística que utiliza ilustraciones para iluminar a tres generaciones de mujeres chinas—la autora, su madre y su abuela—revelando cómo el trauma resuena a través de las historias familiares."
La memoria rastrea la turbulencia histórica de China a través de la familia de Hulls: su abuela Sun Yi, una periodista de Shanghai desplazada por la revolución comunista de 1949, escribió un bestseller de memorias de supervivencia en Hong Kong antes de sucumbir a una enfermedad mental.
"Me sentí obligada—estos fantasmas familiares insistieron en que contara su historia," reveló Hulls en una reciente entrevista, explicando cómo su viaje creativo de nueve años se convirtió en "un acto de alimentar fantasmas a través del deber familiar."
Aunque probablemente sea la única novela gráfica de Hulls, está transitando hacia el periodismo de cómics documentales. "El medio resultó ser demasiado solitario," señaló, planeando colaboraciones con científicos y comunidades indígenas a través de su sitio web.
Independientemente del camino futuro de Hulls, Feeding Ghosts exige reconocimiento tanto dentro como fuera de la comunidad de narrativa gráfica.
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